Después de un primer trimestre sólido, la economía láctea de EE. UU. parece prometedora para el resto de 2024, pero varios factores podrían influir rápidamente en las expectativas.
Las exportaciones récord y el aumento de la demanda interna son positivos, dijo Kathleen Noble Wolfley del equipo de análisis financiero de Ever.Ag.
Pero los grandes mercados de exportación, incluidos China y México, se están volviendo menos predecibles y los agricultores tienen opciones limitadas de crecimiento.
“A veces podemos tener cosas realmente alcistas y cosas realmente bajistas, y se combinan para ser neutrales”, dijo Colin Kadis, asesor del mercado lácteo de Ever.Ag, durante un seminario web el 21 de junio organizado por el Centro para la Excelencia Láctea.
Después de un período de bajos precios del queso debido a la falta de oportunidades de venta, las exportaciones han ayudado a vaciar el saturado mercado. Febrero, marzo y abril batieron récords de exportación, dijo Wolfley.
En lo que va del año, las exportaciones de queso han aumentado 75 millones de libras con respecto al año pasado.
“Ese es un gran volumen que, en 2023, buscaba un hogar en el mercado interno, ejerciendo presión sobre los precios, pero en 2024, ese es un producto que está encontrando un hogar en México, Corea del Sur o Japón”, dijo Wolfley.
México ha desempeñado un papel importante en el aumento de las exportaciones, comprando el 35% de las exportaciones de queso estadounidense y casi el 50% de la leche en polvo.
Pero, en las últimas dos semanas, México eligió un nuevo presidente y el valor del peso está sufriendo un golpe.
Si bien las exportaciones han aumentado en general, las ventas a China han disminuido, lo cual es inesperado y decepcionante, afirmó Wolfley.
Wolfley dijo que ha oído que China podría incluso estar pensando en exportar en un futuro próximo.
Muchos países venden productos lácteos a China y ahora podrían estar buscando migrar a otros mercados, potencialmente compitiendo con los lácteos estadounidenses.
Debido a la disminución de los costos de envío, algunos países exportadores podrían superar a los EE.UU. en precio, dijo Wolfley.
“México es como el auto de carreras de las exportaciones”, dijo Kadis. “Vienen y pueden conseguir muy buenas ofertas y ayudarnos a corto plazo.
“China se siente como el camión de las exportaciones. Cuando China entre, tienen el potencial de limpiar todo el mercado y cambiar los precios de un año”.
Afortunadamente para Estados Unidos, las exportaciones no son lo único positivo para el queso.
La demanda interna ha aumentado en las últimas semanas, tanto en restaurantes como en tiendas, gracias a las promociones de las grandes marcas, dijo Wolfley.
Esto se produce en medio de la tensión de los consumidores. La deuda de tarjetas de crédito y la morosidad han aumentado, y aquellos que buscan trabajo pueden tener más dificultades para encontrar uno que en los últimos años, dijo Wolfley.
Pero no todo es malo. Para algunas personas (presumiblemente adineradas), los viajes y las contribuciones al plan 401(k) también han aumentado, dijo Wolfley.
De cualquier manera, los precios del queso pueden subir si la demanda se mantiene alta, por lo que las promociones podrían detenerse, dijo Wolfley.
La producción láctea es estable, pero un poco menor que en el pasado, dijo Wolfley.
La influenza bovina A (influenza aviar en las vacas) está causando “apagones continuos”, dijo Wolfley.
La enfermedad no elimina la producción de leche de una zona, pero la producción disminuye en los rebaños infectados en aproximadamente un 10%.
La tendencia es que la producción caiga durante unas dos semanas y luego vuelva a la normalidad en otras dos semanas, dijo Kadis.
“El mercado ya está ajustado, y un suministro de leche un poco más limitado podría empeorar aún más la situación”, dijo Wolfley.
Otros factores que limitan la producción incluyen la dificultad para quienes intentan hacer crecer el rebaño.
“No hay novillas, y las que hay son realmente caras”, dijo Wolfley.
Para el resto de 2024, el equipo de Ever.Ag proyecta futuros de clase III entre 18 y 20 dólares por quintal y de clase IV entre 20 y 22 dólares. Pero nada es una garantía.
“Seguiremos viendo volatilidad en estos mercados”, dijo Wolfley.
