En respuesta al veredicto, Wabash National anunció que está revisando sus opciones legales. (Brian Powell/Wabash)
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Un jurado de St. Louis otorgó $462 millones en daños y perjuicios contra Wabash National Corp., encontrando al fabricante de remolques responsable de la muerte de dos hombres en un accidente en 2019 cuando su automóvil quedó debajo de la parte trasera de un tractor con remolque.
El jurado otorgó 450 millones de dólares en concepto de daños punitivos, una cantidad que, según el abogado del demandante, John Simon, la empresa se ahorró al no instalar remolques más seguros durante tres décadas. Cada una de las familias de los fallecidos recibió 6 millones de dólares en concepto de daños compensatorios.
Taron Tailor, de 30 años, y su pasajero, Nicholas Perkins, de 23, murieron instantáneamente cuando su Volkswagen CC, conducido por Tailor, chocó por detrás a un remolque fabricado por Wabash. Tras el impacto, la protección trasera del remolque se desprendió, lo que permitió que su vehículo quedara debajo del remolque, según Simon, del bufete de abogados Simon Law Firm, con sede en St. Louis.
En respuesta al veredicto, Wabash National anunció que está revisando sus opciones legales. La compañía calificó el incidente como una colisión de 2019 en la que un vehículo de pasajeros que circulaba a exceso de velocidad chocó contra la parte trasera de un remolque Wabash casi detenido, fabricado en 2004.
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“Aunque fue un accidente trágico, respetuosamente discrepamos del veredicto del jurado y creemos firmemente que no está respaldado por los hechos ni por la ley”, afirmó Kristin Glazner, directora administrativa y asesora general de Wabash. “Nunca ha existido una protección contra impactos traseros ni una tecnología de seguridad para remolques que hubiera marcado una diferencia en este caso”.
Wabash dijo que el accidente ocurrió casi dos décadas después de que el remolque involucrado fuera fabricado por Wabash en cumplimiento de todos los estándares regulatorios existentes.
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“Además, a pesar de los precedentes en contrario, se le impidió al jurado escuchar pruebas fundamentales del caso, incluido el hecho de que el nivel de alcohol en sangre del conductor superaba el límite legal en el momento del accidente”, dijo Wabash. “El hecho de que ni el conductor ni su pasajero llevaban puesto el cinturón de seguridad también se le ocultó al jurado, a pesar de que los demandantes argumentaron que ambos habrían sobrevivido a una colisión a 55 millas por hora si el vehículo no hubiera atravesado la protección trasera contra impactos del remolque”.
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