La planta de CATL en Liyang, provincia de Jiangsu, este de China. (CATL)
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La empresa china Amperex Technology Co. Ltd. se ha convertido en poco tiempo en el mayor fabricante de baterías para coches eléctricos del mundo. Ahora, la empresa quiere dominar el mercado de camiones a nivel mundial, imitando el éxito que ha obtenido en su mercado local.
CATL presentará nuevas tecnologías y productos para vehículos pesados y barcos, incluida una batería con una vida útil de 15 años y 2,8 millones de kilómetros, en el evento IAA Transportation en Hannover, Alemania, el 16 de septiembre.
La empresa ya se asocia con varios fabricantes europeos, Incluido Daimler Truck Holding AGVolkswagen Commercial Vehicles y Volvo A/B, dijo Akin Li, presidente ejecutivo del negocio en el extranjero del fabricante de baterías. Participa en el diseño de productos en etapa inicial, así como en la investigación sobre la infraestructura necesaria para una adopción más amplia del transporte comercial electrificado, dijo Li en una entrevista con Bloomberg News.
CATL está expandiendo su negocio de baterías para vehículos comerciales en Europa, en un momento en que el continente avanza hacia la reducción de las emisiones de carbono de camiones, autobuses y barcos. Europa tiene como objetivo reducir las emisiones de CO2 de los vehículos pesados en un 45% para finales de la década, pero las tecnologías necesarias para lograr este cambio han tardado en afianzarse.
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— CATL (@catl_official) 16 de septiembre de 2024
En abril, la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles pidió a Bruselas que abordara la falta de infraestructura para el transporte eléctrico, afirmando que el continente necesita al menos 50.000 cargadores de acceso público para alcanzar el objetivo.
Parte del plan de CATL es construir estaciones de intercambio de baterías, que permitan a los conductores reemplazar una celda agotada por una cargada en lugares designados. Esa estrategia ayudaría a reducir el costo inicial para los operadores, ya que pueden alquilar la batería, pero podrían pasar años antes de que se enfrenten los desafíos tecnológicos y comerciales que implica construir y mantener la infraestructura en Europa.
Un intento anterior de la empresa china de vehículos eléctricos Nio Inc. mostró los desafíos que supone crear empresas de intercambio de baterías en Europa. Nio, que ha instalado más de 2.480 de estas estaciones en China, se enfrentó a un enorme retraso en su plan original de construir 20 estaciones en Noruega.
Las áreas portuarias podrían ser las primeras en adoptar estaciones de intercambio de baterías, dijo Li, y agregó que CATL está en conversaciones con el gigante naviero CMA CGM sobre la construcción de puertos ecológicos.
Li dijo que es “definitivamente más barato” utilizar baterías exportadas desde China, dada la madurez de la cadena de suministro allí, pero la empresa podría aumentar la producción en Europa en función de las necesidades de los clientes y otros requisitos de producción local. Ya tiene una planta en Alemania, que inició la producción en 2022, y está construyendo otra en Hungría.
La empresa se ha visto obligada a idear formas innovadoras de afrontar las incertidumbres comerciales con Europa y Estados Unidos. Su acuerdo con Ford Motor Co., por ejemplo, abre la puerta a futuras asociaciones en las que CATL puede licenciar las tecnologías, proporcionar servicios desde el diseño de la fábrica hasta las operaciones y cobrar regalías, mientras que el fabricante de automóviles estadounidense posee el 100% de la planta.
La semana pasada, Bloomberg informó que General Motors Co. está en conversaciones para comprar baterías para vehículos eléctricos que utilizarían la tecnología de CATL y se ensamblará en una nueva planta en EE.UU., financiada y operada por la compañía japonesa TDK Corp.
Más fabricantes de automóviles de Estados Unidos y Europa están discutiendo posibles asociaciones con CATL, incluidos fabricantes establecidos y empresas emergentes, dijo Li.
