En el último ejemplo de un patrón preocupante en la industria tecnológica, Nvidia parece haber recopilado grandes cantidades de contenido protegido por derechos de autor para capacitar a los trabajadores de IA. La empresa, valorada en 2,4 billones de dólares, habría pedido a sus trabajadores que descargaran vídeos de YouTube, Netflix y otros conjuntos de datos para desarrollar proyectos comerciales de IA.